PÚBLICO
MADRID.- La impunidad del franquismo en España traspasa fronteras. El periódico estadounidense New York Times ha dedicado un artículo en su edición de este viernes a recordar que en España, a día de hoy, sigue habiendo al menos 114.000 víctimas de los escuadrones de la muerte fascistas desaparecidas o no identificadas desde el período de la Guerra Civil y la dictadura de Franco.
El artículo titulado Los fantasmas que España intenta ignorar señala que "los muchos fantasmas de España" provenientes de su pasado franquista siguen aumentando, sobre todo, con descubrimientos como el del mes pasado en la localidad de Porreres (Mallorca), donde 50 cuerpos fueron exhumados con señales de haber recibido un disparo en la cabeza a corta distancia.
España no es más capaz de escapar de su pasado que cualquier otro país
El diairo New York Times critica que a pesar de que el argumento del líder conservador pueda "sonar como un noble sentimiento es falso. España no es más capaz de escapar de su pasado que cualquier otro país, y la memoria histórica no es sólo un interés de la izquierda derrotada de España".
El autor muestra su sorpresa ante el hecho de que a medida que una "nueva generación de fascistas" gana influencia con gobiernos de los Estados Unidos a Hungría, España no tiene equivalente al Amanecer Dorado de Grecia o al Frente Nacional de Francia. Hecho especialmente sorprendente, según Hancox, dados los desesperados y duraderos efectos de la crisis.
Tras la llegada a la democracia, no hubo juicio ni equivalente de desnazificación
El periódico denuncia que en España, tras la llegada a la democracia, no hubo juicio ni equivalente a la desnazificación del servicio civil, del poder judicial o de las fuerzas de seguridad y que una ley de amnistía de 1977 impide cualquier proceso legal para investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y la dictadura. Así, reitera que el bloqueo institucional no ha pasado desapercibido fuera de España ya que en 2013, el Comité de Desapariciones Forzadas de las Naciones Unidas exigió que España revocara la Ley de Amnistía y dejara de obstaculizar las investigaciones de los cientos de miles de víctimas desaparecidas.
Hancox relata como Rajoy enfureció a los colectivos memorialistas cuando dijo en Salvados que no creía que hubiera algo que su gobierno pudiera hacer para ayudar. Ahora, como explica New York Times, a Rajoy no le quedan muchas opciones, con un gobierno minoritario y los principales partidos de oposición de centro-izquierda presionando en el Parlamento. El PSOE y Podemos planean obligar al gobierno a recuperar la financiación del proyecto de memoria histórica a nivel nacional en 2017.