Testimonios de víctimas del franquismo

16/09/2016
Servini reactiva la causa contra el franquismo con dos testimonios. Mañana declara un familiar de José Sagarna, sacerdote fusilado, y el día 26 hablará Ortiz Alfau

Noticias de Gipuzkoa.- 2016.09.15

M. VÁZQUEZ 

 

La jueza María Servini, en su llegada al Juzgado de Gernika en 2014.

DONOSTIA - La juez argentina María Servini mantiene en pie la causa para investigar los crímenes franquistas a pesar de las dificultades y la falta de colaboración que estaría encontrando por parte del Estado. En este momento, la causa está sumida en cierto bloqueo, ya que resulta imposible tomar declaración a los exministros y expolicías señalados en la querella. Se intentó su extradición a Argentina, pero la justicia española la rechazó porque los delitos han prescrito y por la Ley de Amnistía. Otros movimientos posteriores para permitir la toma de declaración in situ, en suelo español, tampoco han prosperado. En ese contexto, la magistrada continúa recabando testimonios de víctimas, y este mismo mes se producirán dos nuevas declaraciones ante los juzgados vascos.

La juez no estará presente, sino que serán los titulares vascos quienes recojan la información requerida a través de un exhorto de Servini. Mañana mismo, a las 12.00 horas y en los juzgados de Gernika, está previsto que comparezca Gorka Sagarna, sobrino del sacerdote José Sagarna, fusilado en 1936 cuando tenía 24 años. Sagarna era natural de Zeanuri, daba misa a los niños y acostumbraba a visitar a ancianos enfermos. Fue denunciado por “abertzale radical” y fusilado en Xemein. Se cuenta que lo ataron a un árbol y que, antes de asestarle los disparos fatales, perdonó a sus verdugos. “Estad tranquilos, vosotros no tenéis la culpa, pero apuntad bien”, dijo. Su figura se convirtió en un mito y desató un fenómeno de peregrinación a ese árbol desde las localidades colindantes, lo que a su vez provocó que los mandatarios franquistas sancionaran esas conductas con multas.

El 26 de septiembre, en los juzgados de Bilbao, tomará la palabra el miliciano Luis Ortiz Alfau. Fue teniente en el bando republicano, formó parte de las juventudes de Izquierda Republicana y sufrió en propias carnes las penurias de los campos de trabajos forzados. Ortiz Alfau es un rostro conocido y un todoterreno, puesto que trabaja como voluntario en el Banco de Alimentos, ha participado en tertulias y también concurrió a las elecciones municipales de 2011 en la plancha de los socialistas vascos por Bilbao.

Según informaron ayer representantes de la Plataforma Vasca para la Querella contra los Crímenes del Franquismo, se han convocado concentraciones frente a las citadas sedes judiciales para protestar por la “impunidad” que ampara estos hechos y las “dificultades” que encuentran para investigarlos. También el día 26, la misma agrupación ha organizado una concentración ante la Comandancia de Marina de Bilbao al cumplirse el 80 aniversario del fusilamiento de 42 marineros del buque carguero Udando, apresado en Galicia. El Ayuntamiento de Gernika también ha llamado a respaldar al sobrino de Sagarna en su declaración.

La causa contra los crímenes franquistas nació en 2010, cuando más de un centenar de asociaciones presentaron la querella argentina. Cabe recordar que la investigación de los crímenes en España había pinchado en hueso, puesto que la justicia estatal había considerado que los hechos habían prescrito y que, de todos modos, no podían juzgarse por la Ley de Amnistía. Las víctimas tocaron entonces la puerta argentina por el principio de la justicia universal, que permite que otro país juzgue un delito si se trata de un crimen de lesa humanidad. Sin embargo, Servini se volvió a topar con el obstáculo de la prescripción y la Ley de Amnistía cuando pidió las extradiciones, entre las que se encuentran la del exministro Rodolfo Martín Villa, señalado por los querellantes por la muerte de varios trabajadores en los sucesos del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz. Él ha negado siempre cualquier responsabilidad u orden política a los agentes que abrieron fuego en la luctuosa jornada. En alguna ocasión se ha mostrado dispuesto a declarar sin ampararse en la prescripción, pero ha quedado en nada porque la administración española no ha dado cauce a los exhortos de Servini.