Queridos ferroviarios: 88 años han pasado desde que fuisteis detenidos en el barrio de la Rochapea por la Guardia Civil. Por el simple hecho de estar vinculados a asociaciones, sindicatos o partidos políticos de izquierdas.

Tras estos hechos solo vosotros sabéis qué ocurrió en este intervalo de tiempo. A nosotros no nos cabe duda que el miedo y la preocupación por vuestras familias invadió vuestras cabezas. Pero también tenemos claro que no faltó el compañerismo y la solidaridad que tanto temían vuestros asesinos.

Todo esto no hace más que confirmar que en Navarra no hubo ninguna guerra, por mucho que algunos se empeñen, sino un genocidio ideológico en el que más de 3.500 navarros fueron asesinados por sus ideas.

En el año 2019 el Gobierno de Navarra, junto a la Asociación Aranzadi, vino a Paternain. Os estuvieron buscando pero no se consiguió dar con el lugar exacto.

Poco después entramos en el concejo con el firme compromiso de aclarar lo sucedido en Paternain en aquel agosto del 36. El testimonio de Antonio Oroz era claro, no dejaba duda. Un grupo de entre 10 y 15 personas habíais sido asesinadas y enterradas junto al camino de Ibero en nuestro pueblo.

Diferentes vecinos empezaron a contar lo que alguna vez habían oído en sus casas: que os trajeron en un camión, unos hombres arrogantes con camisa azul, que después de asesinaros fueron a una de las casas del pueblo a exigir que se les diera de cenar.

El gigante Ferroviario, vetado por ‘rojo’ en los desfiles de la Cendea de Cizur

Desde el concejo no podíamos dejar de pensar por qué no se había dado con vosotros, ya que los testimonios eran claros. A Rubén, presidente del Concejo, por aquel entonces, se le ocurrió mirar el comparador de mapas. Los caminos habían cambiado.

Se veía claramente que el camino de Ibero tenía otro trazado y bajaba a veinte metros más abajo que el actual. 

Con esta nueva información todo cambió. El 20 julio de 2022, os encontramos por fin, el primer día de una nueva excavación, a tan solo unos pocos centímetros del suelo.

No os podéis imaginar la alegría de todos los que estábamos en ese momento. Enseguida este lugar empezó a llenarse de familiares, asociaciones y vecinos del pueblo. Teníais que ver sus caras, lágrimas, emoción, risas, abrazos...

Pero todavía no teníais nombre. Poco después, el botón de uno de vuestros uniformes de ferroviario os ubicaba en este lugar. Y con las comprobaciones de ADN de vuestros familiares, que nunca os dejaron de buscar ni de contar vuestra historia, de alguna manera se cerraba el círculo. Por fin, podríais descansar en paz.

También queremos garantizaros que el trabajo de los activistas por la memoria no acaba aquí, no acabará hasta que os hayamos sacado a todos de las cunetas.

Deciros que al final de la avenida de Carlos III construyeron un Monumento en homenaje a vuestros asesinos y exaltación del fascismo que os llevó a esta cuneta.

Desde este humilde parque de los ferroviarios pedimos a los representantes políticos que tengan el valor y la moral necesaria para derruirlo, porque lo cierto es que no cabe resignificación posible.

Hoy honramos vuestra memoria. Las amapolas rojas, que nunca han dejado de florecer en las cunetas de nuestra Cendea, ya no serán lo único que os represente. Ahora tenéis este parque que contará vuestra historia.

El autor es miembro del concejo de Paternain y miembro de la Asociación Fosas del Perdón