MADRID
Público
ACTUALIZADO:El 26 de noviembre de 1985, de madrugada, la Guardia Civil detuvo al joven navarro Mikel Zabalza, conductor de autobuses en Donosti. En la operación detuvieron también a su pareja, Idoia Aierbe, y a su primo, Manuel Vizcay. En Orbaitzeta cogieron a sus hermanos Patxi y Aitor, y en Errenteria se detuvo a Ion Arretxe. Cuatro de ellos –Mikel Zabalza, Vizcay, Idoia Aierbe y Arretxe– fueron trasladados a Intxaurrondo e incomunicados bajo la Ley Antiterrorista. No tardaron mucho en salir en libertad, todos excepto Mikel, del que no se supo nada más.
Los siguientes veinte días fue creciendo la tensión en el País Vasco y el interés informativo. La familia buscó desesperadamente al joven y acudió al cuartel de Intxaurrondo de la Guardia Civil, donde los otros detenidos aseguraban haberle visto o escuchado. La Guardia Civil declaró que el hombre había escapado durante un supuesto reconocimiento de un zulo en Endarlatsa. Hoy, 35 años después del asesinato, se puede escuchar públicamente por primera vez la conversación que mantuvieron el entonces coronel del CESID Juan Alberto Perote y el capitán de la Guardia Civil Pedro Gómez Nieto, destacado en Intxaurrondo a las órdenes de Galindo, en la que admiten que Mikel Zabalza murió mientras era torturado en aquel cuartel.
El documento sonoro, hallado en el registro de la celda del excoronel del CESID Juan Alberto Perote, forma parte de la investigación que los directores Miguel Ángel Llamas y Amaia Merino realizaron para su película documental Non dago Mikel? (¿Dónde está Mikel?), que llega el próximo viernes a los cines. En su conversación, Perote y Gómez Nieto hacían referencia a la existencia de un informe del servicio de espionaje que notificaba los hechos.
Próximamente, este archivo de audio se incluirá como parte del nuevo episodio de la webserie Galdutako Objektuak, que se publica en Ahotsa.info y que está elaborada con el material extra de la película. El director Miguel Ángel Llamas, cuando comenzaba a trabajar en la película en 2011, fue detenido durante una operación de la Policía Nacional para desarticular la web Apurtu.org. Pasó año y medio en prisión, salió en libertad bajo fianza.
Los periodistas de El Mundo Antonio Rubio y Manuel Cerdán publicaron la transcripción de esta grabación y la aportaron como prueba en los juzgados, en el sumario que investigaba el Caso Zabalza. Sin embargo, el tribunal estableció que la grabación "no presenta una mínima calidad convictiva", ya que el capitán Gómez Nieto negó que existiera tal conversación y el ministro de Defensa Eduardo Serra, mediante escrito de 11 de julio de 1996, indicó que "no existe en el centro documento alguno que contenga información que pueda contribuir al esclarecimiento de las circunstancias en que se produjo la muerte de Mikel Zabalza".
'Non dago Mikel?' la película
Non dago Mikel? –que estuvo presente en Zinemira del Festival de San Sebastián– relata lo ocurrido en esos veinte días, desde la detención de Mikel Zabalza, y repasa la siniestra estela de torturas sucedidas en aquellos años en el País Vasco. Testimonios e imágenes de la época y una entrevista con el escritor Ion Arretxe, uno de los detenidos aquella madrugada, para la Asociación Mintza Komunikazio Elkartea, completan la película, en la que se ha puesto el acento en cómo se vivió la desaparición de Mikel Zabalza, cuál fue la reacción de los ciudadanos del País Vasco y, muy especialmente, en la impunidad aún hoy de los responsables.
"Primero vas a hablar y luego te mataremos, aquí no se oyen ni los gritos ni los tiros", dijeron los guardias civiles a Ion Arretxe, que tenía 21 años cuando le detuvieron, y que detalla ante la pantalla las torturas a las que fue sometido. "Intxaurrondo es el infierno. El efecto de lo siniestro", dice en estas imágenes, donde concluye su testimonio reconociendo que "hay un momento en la detención y posterior que luego te acompaña en la vida, la idea de que no has sido valiente, que has sido un mierda. El hecho de no haber sido militante te da complejo de culpa también hacia tu pueblo y tu propia condición ideológica".
"La película se ha hecho por una petición de las gentes del valle de la familia de Zabalza, que se dan cuenta de que las nuevas generaciones no tienen muy claro un hecho como el de Mikel Zabalza, que convulsionó todo Euskal Herria", explica Llamas, que admite que "contar todo era imposible, porque no es un caso aislado, es parte de un contexto. ¿Cómo explicas que en democracia hubo una persona detenida y desaparecida y que el hecho quedó impune? Es impensable".
"Estas son las cloacas más podridas del Estado", sentencia Llamas, que recuerda cómo uno de los policías que habló en el caso Lasa y Zabala "fue brutalmente agredido y otras personas clave han ido muriendo en circunstancias raras". Su película, ahora, busca conectar especialmente con los que no vivieron aquellos años, además, por supuesto, de conseguir cierto reconocimiento de lo ocurrido "para que no vuelva a repetirse. Hay un estudio científico de las torturas, algunos las hemos sufrido, queremos que se pongan los datos sobre la mesa".
"El caso Mikel Zabalza –añade Llamas– fue una catarsis colectiva. Cambió algunas cosas, pero no alteró el juego político. Cuando ocurrió lo de Miguel Ángel Blanco, los de Herri Batasuna siguieron en HB". En aquellos días el País Vasco vivía "indignación y tristeza –dice la directora Amaia Merino–. La gente no tuvo miedo a enfrentarse a la Policía y todos seguimos día a día los acontecimientos. Hoy, la versión oficial sigue siendo la de que somos unos mentirosos".
Non dago Mikel? termina subrayando varias realidades. Una, nadie ha sido responsabilizado por la tortura y asesinato de Mikel Zabalza y hoy, 35 años después, la familia sigue reclamando justicia. Un informe del Gobierno Vasco realizado por el equipo del médico forense Paco Etxeberría cifró en 4.113 los casos de tortura en Araba, Gipuzkoa y Bizkaia en 1960 y 2014. En Navarra todavía no se ha realizado un estudio similar, pero se cree que podría haber al menos otros 1.000 casos de tortura.
"Desde 2011 no se ha reportado ningún caso de torturas por motivos políticos. Entonces cinco detenidos denunciaron y finalmente tres de ellos ganaron sus demandas en Estrasburgo. Pero aún sigue vigente la Ley Antiterrorista y la incomunicación, que es un espacio de opacidad total en que los detenidos quedan en manos de la policía. Y las técnicas de tortura de hoy no dejan huella. La tortura en España no se investiga", zanja Llamas.