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El 3 de marzo de 1976 la Policía española abrió fuego contra quienes participaban en una asamblea obrera organizada en la Iglesia de San Francisco de Asís, en el barrio gasteiztarrra de Zaramaga, matando a cinco trabajadores e hiriendo a decenas de personas.

«46 años después, la memoria del 3 de Marzo sigue viva gracia al pueblo de Gasteiz, que no acepta ni el olvido ni la impunidad. Y sigue viva porque cada 3 de marzo, y también cada día, están muy presentes los sueños de libertad que representan y por los que fueron asesinados nuevos familiares y compañeros», indicaron dos representantes de Martxoak 3, que realizaron un llamamiento a las instituciones para que «dejen de intoxicar con filtraciones falsas» el proceso iniciado hace más de un año para convertir la iglesia en un centro memorial.

En este sentido, denunciaron que «es totalmente inaceptable que nos volvamos a enterar por la prensa de nuevas noticias sobre la composición del futuro patronato», en alusión a unas declaraciones realizadas por la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, que se vio obligada a rectificar tras afirmar en una entrevista que «Martxoak 3 o Memoria Gara tendrán voz pero no voto en el patronato del Memorial del 3 de Marzo».

«Nos parece lamentable ensuciar esta fecha con estas declaraciones, y no estamos dispuestas asistir a esta ceremonia de la confusión en redes sociales», manifestaron antes de incidir en que «nadie concibe un memorial sin la participación de las víctimas y la sociedad civil. O entre todas o no será».

Las representantes de Martxoak 3 pronunciaron estas palabras en una homenaje previo a la marcha de ELA, LAB, ESK y Steilas, que reunieron a más de 5.000 personas  para pedir justicia y reclamar un «necesario cambio social. Cambios reales que garanticen los derechos de la clase trabajadora».

Una lucha «viva»

Este fue el broche a una jornada que comenzó temprano, con actos organizados por partidos, instituciones y sindicatos que se acercaron al monolito situado en la Plaza del 3 de Marzo, en el corazón de Zaramaga, para rendir homenaje a las víctimas y advertir de que «sus valores, sus proyectos y sus luchas siguen vivas» a día de hoy.

Así lo manifestó el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, que puso en valor los principios de solidaridad y libertad que guiaron las movilizaciones obreras de 1976, brutalmente reprimidas por un Estado que «demostró de lo que era capaz de hacer para hacer sucumbir un proyecto de lucha colectivo».

«Utilizó todos los medios que tenia a su disposición para hacer que aquello fuera una derrota ejemplar del movimiento obrero vasco. Y pretendían hacer algo más, no solo en Gasteiz el 3 de Marzo, también en Iruñea en Sanfermines. Pretendían señalar con claridad hasta dónde estaban dispuestos a llegar y cuáles eran los límites de aquella reforma que se puso en marcha en el año 76», apuntó.

E incidió en que, «lo que nos querían decir es: ‘Estamos dispuestos a defender a sangre y fuego un modelo de reforma pilotado sobre la impunidad de los franquistas, sobre la defensa a ultranza de la propiedad privada, sobre los intereses de las oligarquías y la negación de las naciones sin Estado. Sobre la negación del derecho de autodeterminación de  los pueblos».

«Detrás de aquella operación de castigo a la clase obrera vasca en Iruñea, en Orereta y en Gasteiz, subyacía un modelo de transición que fijaba los límites a sangre y fuego, contra los trabajadores y el movimiento obrero vasco», apuntó antes de advertir de que los valores del 3 de Marzo están presentes en el proyecto de EH Bildu, que reclama verdad, justicia y reconocimiento para las víctimas.

Una demanda compartida Roberto Uriarte, de Unidas Podemos, quien destacó que «los derechos no llueven del cielo, se consiguen y detrás de ellos hay sangre sudor y lagrimas de gente trabajadora». «Por eso es fundamental hacer memoria y reconocer el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición», aseveró el diputado de la formación morada tras realizar una ofrenda floral.

Cabe recordar que a día de hoy hay dos propuestas sobre la mesa para salvaguardar la memoria de las víctimas y lograr justicia. La primera pasa por crear el centro memorial en la Iglesia de San Francisco, y la segunda por la presentación de una nueva querella, impulsada por víctimas e instituciones, que abra una vía para llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Cuestionado al respecto, el alcalde de Gasteiz, el jeltzale Gorka Urtaran, señaló que desde el Ayuntamiento «siempre hemos estado dispuestos y estaremos dispuestos» a acompañar a las víctimas en la búsqueda de justicia. «Hasta ahora se nos han creado todas las puertas pero si vemos que hay una opción para que las víctimas del 3 de Marzo reciban el reconocimiento que merecen avanzaremos en ese camino», respondió.

El objetivo sentar en el banquillo al exministro franquista Rodolfo Martín Villa, que el pasado 17 de enero, en un desayuno informativo, reconoció que pudo ser «responsable político, en incluso penal», de crímenes y torturas cometidos durante la denominada Transición.